jueves, 4 de febrero de 2010

Saltamontes...


Para gritar sin ruido en un río con fondos turquezas
tomó sus rodillas y mirando entre ellas descubrió un saltamontes
Estático, alerta, desconfiado, paranoico
Simplemente lo miró
Contemplando cada parte de su verdoso cuerpo lo miró
No se puede decir que fuera una criatura bella, pero sí que era de lo mas atractiva
Sorprendido de su fe de invisibilidad lo desafió con un palito que descansaba a centímetros de él,
Intentó permanecer inmóvil pero la humillación fue demasiada y finalmente se movió, velozmente se movió.
Ese fue en el momento en el que le quitó la vida
No solo lo mató, sino que su perverso niño disfrutó de la agonia del pequeño saltamontes atravezado por un palito que descansaba a centímetros de él. Por una cuestión de respeto natural, claro, terminó enterrándolo ahí mismo; a centímetros nomas de donde descansaba al arma que le quitó la vida.
Recién ahí volvió a pensar en ideas, volvió a su masturbación racional.
Para gritar sin ruido en un río con fondos turquezas…